La Fuerza del Color de Carlos Cruz Diez
Tal vez sea el hecho de haber nacido en una de las parroquias más coloridas de la metrópoli, La Pastora con sus bellísimas fachadas que llenan de distintos matices la mirada de sus transeúntes, o haber llegado al mundo en un país que ofrece los más variados tonos en su cielo, con cada amanecer y atardecer en un vaivén de acuarela.
Creo que algo habrán tenido que ver estos hechos en el desarrollo de la gran habilidad del Maestro Carlos Cruz Diez para ver más allá de lo que está en la superficie, habilidad con la que nos muestra un comportamiento diferente del color y el poder que el mismo puede tener sobre cada uno de nosotros.
En realidad su estudio comenzó desde muy pequeño, cuando queda hipnotizado ante el fenómeno que ocurre cuando el sol atraviesa el vidrio en la fábrica de botellas de refrescos que pertenecía a su padre, y desde entonces ha dedicado su vida al desarrollo de una magnifica carrera a través del arte, durante el transcurso de la cual por medio de la experimentación ha logrado descubrir los secretos del color, secretos que afortunadamente decidió compartir con el resto del mundo por medio de magníficas obras que nos dejan llenos de asombro y admiración.
Cada pieza de Cruz Diez pareciera tener su propia personalidad, cada una tiene su forma de presentarse, de hacernos mover, de hacernos reír y en varias ocasiones llenar de preguntas nuestro pensamiento.
El color nos rodea por doquier y en nuestro ajetreo diario muchas veces pasamos por alto la influencia que este puede llegar a ejercer sobre cada uno de nosotros. Todos tenemos uno o dos favoritos y alguno que no soportamos pero cuando el Maestro nos muestra su trabajo, todos parecen hermosos a la vista de la multitud y eso es debido al equilibrio perfecto en el que logra que convivan dentro del formato seleccionado y fuera de este cuando la luz incide sobre ellas para hacer que estalle dentro de nuestro interior una magia similar a la capturo a este gran artista durante su infancia.
Cruz Diez logró conseguir que el color le contara sus secretos, y el maestro crea con este conocimiento y su gran talento las obras a través de las cuales nosotros los podamos entender, nuestra percepción es única e individual, por eso cada experiencia estética varía de retina en retina y en cada corazón. El hecho de que cada persona perciba de forma distinta los tonos y los matices, ya nos habla de lo profundo que puede llegar a ser el estudio que durante todos estos años ha llevado de forma tan exitosa el maestro, sin duda el maestro tiene un gran don, sus ojos perciben comportamientos físicos que el resto desconoceríamos sin su interpretación.
Todos los venezolanos nos llenamos de orgullo al ver lo grande que es la obra de este artísta sin igual, que embellece nuestra tierra y muestra la belleza de ella en el exterior, el padre del cinetismo deja muy en alto el talento de nuestra nación afuera y nos recuerda lo lejos que podemos llegar si somos fieles a nuestra pasión y constantes en el trabajo.
La integración de su obra al urbanismo y a la arquitectura nos habla de su contacto con la ciudadanía y el conocimiento sobre la influencia positiva que puede tener el arte en el desarrollo de las sociedades, la integración de su trabajo a la moda expone lo versátil de su estudio que lo hace universal y llena a todos de una profunda admiración, por toda su ardua labor, muchas gracias maestro.
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